lunes, 9 de febrero de 2009

Fernando Neira Carpio

Simetria y Belleza



Muchos estudios han demostrado que lo que se considera bello no son detalles aislados sino más bien, la armonía y simetría que existe entre ellos.
Con el avance de la ciencia, se ha logrado demostrar que en las distintas culturas el cerebro humano considera más atractivos los rostros simétricos. Científicos británicos extendieron el estudio a las medidas corporales y concluyeron que el cerebro también parece preferir los cuerpos simétricos. ¿Por qué? La respuesta es simple: un cuerpo armónico se asocia con un cuerpo sano. Un cuerpo sano tiene mayor potencial reproductivo, es decir, una mejor “calidad genética” lo que le da una ventaja competitiva frente a los demás.
Hablar de belleza es también hablar de salud. No se puede estar saludable si no se tiene cuidado en la apariencia personal. No sólo debemos vernos bien para nosotros, sino también para lo demás. Es interesante notar como el descuido personal puede afectar, de manera significativa, nuestro entorno inmediato.
Mostrarnos desaliñados envía señales de desprecio, desagrado, desamor; señales que dan a entender que no nos importa nuestra pareja o que no buscamos gratificarlo o agradarlo. Es fácil comparar esta actitud con la que se tiene en los primeros días de noviazgo. En los primero días, uno busca arreglarse con el fin de parecerle más atractivo o atractiva.
Lo mismo sucede en nuestra vida profesional. Podemos notar, de manera inconsciente, que al vernos mejor podemos conseguir mejores oportunidades de trabajo, mejor trato y más respeto. Si tuvieras que escoger entre un aspirante al empleo despeinado, mal afeitado y mal vestido o uno bien peinado, afeitado y vestido de manera impecable, ¿a cuál escogerías?, la respuesta es bastante obvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario